Quantcast
Channel: Migas en la mesa
Viewing all articles
Browse latest Browse all 56

BAVAROISE DE PERA

$
0
0
CAL 178,9 · HC 6,6 · PR 5,3 · GR 16,9 [100 GRS]




Querida bici estática de mi gimnasio:

Antes de empezar con lo que vengo a decirte, quiero que sepas que desde el comienzo de nuestra relación, yo quise entenderme contigo.

Honestamente.

Cuando tú y yo nos conocimos, yo llevaba algún tiempo sin pisar un gimnasio. Sabes que me mudé hace muy poco, y tras 13 años acudiendo regularmente al gimnasio, tuve que darme un lapso de tiempo sin ir. Buscar piso, encontrarlo, y organizar el traslado de todas mis cosas [que no son pocas] fue un lío tremendo y cansadísimo. No tuve ni tiempo ni ganas de volver, me lo tomé como un respiro.

Pero ambas sabemos que yo soy carne de gimnasio. Y volví. Mi pie y su fascitis plantar pedían a gritos que volviera a estirar cuadriceps, bíceps femoral, gemelos. Nada muy duro pese a lo terrible que pueda sonar. Nunca fui de hacer grandes sacrificios.

Pero no iba a empezar en el potro de tortura la máquina de cuadriceps, así, a pelo y sin calentamiento previo. Cuatro meses sin gimnasio pasan factura. Así que decidí empezar haciendo un poco de cardio: bici, step, cinta de correr.

Y entonces nos conocimos. Un par de sesiones enteras de cardio para calentar motores, y después entrenamiento normal en máquinas, para acabar con 20 minutos de bici cada día.

Y surgió el primer malentendido: No sabes contar. Algo ha producido un cortocircuito en tus neuronas, y ha añadido un montón de números entre el 1 y el 10, que alargan inexplicablemente el tiempo que transcurre entre ambos. Que no digo que sea culpa tuya, que lo mismo tiene arreglo.

Porque después de 5 minutos de ejercicio, el monitor que llevas incorporado me escupe a la cara esto: 10 calorías.

Espero que estés de coña.

Sabes, cuando yo era pequeña (sé que no tienes tantos años como yo) había un programa llamado Barrio Sésamo donde un señor morado de trapo con colmillos te enseñaba a contar. Del 0 al 10, hay 10 números. Pero en tus circuitos no debe ser así, porque de otra forma no se explica que para arañarte 10 míseras calorías necesite sudar 5 minutos.

Algo no cuadra. Después de 20 minutos de ejercicio a buen ritmo, tu pantalla me lanza a la cara esta cifra: 100 calorías. ¿100 calorías? Espero que no estés hablando en serio.

Llevo 20 minutos subida sobre ti, he sudado hasta encharcarme la espalda, tengo la respiración entrecortada... ¿100 calorías? ¿Puedo saber cómo cuentas? Seguro que te estás preguntando por qué me preocupa esa cifra.

Te explicaré por qué 100 calorías de mierda no me sirven de nada.

Ayer salí del gimnasio y me fui al grupo de consumo en el que participo, a recoger mis verduritas. Y después de recogerlas, me fui al bar de enfrente con el resto de compañeros. Y me tomé un doble de cerveza con una tapa de patatas bravas. Eso, querida, suma unas 250 calorías. Es decir, que después de matarme a sudar sigo teniendo un saldo positivo de +150 calorías.  Que terminarán, está claro, en mi trasero [no van a acabar en tus circuitos].

Me dirás: Pues suda más. Y yo te responderé, querida máquina del infierno: No, querida, ese NO es el enfoque.

Lo que tiene que cambiar en esta relación, es tu forma de contar. Hoy, cuando sientas un cosquilleo en el costado, seré yo enchufándote un USB para transferirte la temporada completa de Barrio Sésamo. Mañana, cuando hayas aprendido a contar con la ayuda del señor morado de colmillos, me reconciliaré contigo, con el mundo y con el cosmos. Y espero poder tomarme dos cervezas dobles. Con una croqueta de cocido. Y saldo negativo.

Avisada quedas.




INGREDIENTES

Peras, peladas y limpias, 300 g
Pasta de vainilla al gusto
Clavo de olor, 1 o 2 [al gusto]
Limón, medio [solo el zumo]
Azúcar, 50-75 g [o endulzante al gusto, yo usé sacarina]
Gelatina en hojas, 10 g
Agua, 50 g
Nata para montar, 200 ml



MODUS OPERANDI

Empezamos hidratando la gelatina y haciendo la compota de pera, que tendrá que enfriar o al menos entibiarse antes de empezar con la bavaroise.

Ponemos las hojas de gelatina en un recipiente con los 50 g de agua para que se hidraten.

Para la compota, pelamos y troceamos en dados menudos las peras, retirando las posibles pepitas, y las ponemos en un cazo a fuego bajito con el zumo de limón, el azúcar y las especias. Lo tenemos cociendo durante 20 minutos. Pasado este tiempo, retiramos los clavos, y reservamos un poco de compota con trocitos enteros para decorar [dos o tres cucharadas generosas].

En un cazo pequeño o en el microondas, calentamos el agua con la gelatina hasta que se disuelva, y la añadimos a la compota de peras. Trituramos todo en un robot de cocina hasta tener una mezcla lisa y suave.

En un bol bien frío [que esté frío ayuda mucho] semimontamos la nata, hasta que forme picos blandos, pero sin llegar a montarla del todo [una consistencia como en la foto, justo cuando empieza a estar un poco firme y a mantener la forma]. Esto es importante: no debemos montarla demasiado.

Sobre la nata vamos añadiendo la compota ya fría con movimientos envolventes. Una vez integrada, lo pasamos a los recipientes donde lo vamos a servir [sirven unos vasos sencillos], añadimos un poco de la compota que habíamos reservado y lo dejamos en la nevera como mínimo 4 horas.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 56

Trending Articles