CAL 282,1 · HC 2,9 · PR 30,6 · GR 13,5 [POR RACIÓN]
![]()
![]()
Siempre he sido una persona muy deportista. A pesar de todo.
Hace algunos años, me compré una bici. No tenía parques ni carril bici cerca de casa, pero sí tenía un coche con un enorme maletero donde cargaba la bici y me la llevaba al pueblo o al parque.
Estas relaciones siempre son un poco así, primero te entusiasmas y el trinomio bici-maletero-parque parece una unión indisoluble, y un buen día el coche desaparece de tu vida y te quedas con la bici, sin el maletero y sin el parque.
Nada muy terrible. Pronto me hicieron un parque precioso y grandísimo a unos pocos minutos andando de casa. Y el Soñador apareció en mi vida, sin bici. Dos personas, una bici, un parque.
Recuperé aquellos patines que me regalaron una vez... sí, aquellos. El parque, la bici y los patines fueron una idea maravillosa... hasta que descubrí que los patines se llevaban mal con mis pies, me hacían un daño terrible, y los regalé.
Y enseguida a unos ladrones se les ocurrió abrir mi trastero y me quedé con el parque, sin los patines y sin la bici.
El parque precioso, eso sí. Para pasear.
Como solución a medias, un día me hice con unos patines de segunda mano, de esos de bota con ruedas normales [no tresenraya] y tan contenta yo esperando que llegara el verano. Y llega el verano, pero yo me mudo de casa. Y ya no tengo parque a unos pocos minutos.
Eso sí, los patines, impolutos.
Y no solo eso. Me han regalado otros. Unos tresenraya modernos de esos, monísimos. Tengo patines para mí, y para alguna amiga que se quiera venir. Los dos patines son, claro está, de mi número, y el Soñador no cabe ni encogiendo mucho los dedos.
Así que salí al mundo a buscar parques. Y encontré. Uno. Y hoy me he ido a dar un paseo, animada por estos primeros rayos de sol. ¿Tendrá pavimento alisado para bicis y patines? ¿O será un carril bici en un lateral del parque? Que nerviosssss...
Pues bien. Es un parque. En el sentido estricto de la palabra. Sin pavimentar ni un centímetro cuadrado. Sin caminitos que lo crucen, más allá de los senderos naturales que ha ido haciendo la gente caminando. Un enooorme solar de tierra y eso sí, mucha hierba sin cortar y muy verde, y hasta árboles. La única inversión en el mantenimiento de ese parque es la lluvia que cae. Que bonito, es. Pero así de primeras, patinar, creo que no voy a patinar mucho.
Vamos, que me veo cogiendo el metro para ir al Retiro a hacer deporte un rato, así es mi vida!
Sólo espero que mi próximo nuevo gimnasio [el antiguo está muy lejos de aquí, y el más cercano es prohibitivo, pero por suerte están construyendo uno no muy lejos de casa] tenga un monitor como mínimo igual de atento que el de antes y de vez en cuando me recuerde que no he ido a pasar la tarde, sino a esforzarme un poco en algo... porque si no... la relación entre mi trasero y mi ropa va a sufrir algunas alteraciones...
Por suerte, mientras tanto, voy sacando de las cocinas de mis víctimas del #asaltablogs recetas ligeritas, para compensar que los patines sigan en su bolsa casi un año después...
![]()
INGREDIENTES
[2 PERSONAS]
Pollo, 2 contramuslos con hueso y piel [450 gr]
Cebolla, media [60 gr]
Pimiento rojo, uno pequeño [50 gr]
Ajo, 1 diente
Azafrán, unas hebras
Vino blanco, medio vaso [60 ml]
Sal, pimienta
Guarnición: Tiras de calabacín salteadas con aceite y sal
![]()
MODUS OPERANDI
Salpimentamos el pollo, y lo marcamos en la sartén.
Si los contramuslos [o la pieza de pollo que utilicemos] tienen piel, los ponemos en la sartén caliente directamente, con la piel hacia abajo, sin aceite. La grasa que suelta la piel es más que suficiente para nuestro guiso.
Si no la tienen, los pondremos con una cucharada de aceite.
En ambos casos, doramos el pollo ligeramente por fuera [no más de 5 minutos], sin que llegue a cocinarse por dentro, y lo reservamos en un plato.
Preparamos en este rato la verdura: Limpiamos y cortamos en juliana la cebolla, cortamos en tiras el pimiento y picamos el ajo.
En la grasita del pollo que queda en la sartén [o aceite, si lo hemos usado] pochamos a fuego medio toda la verdura, con una pizca de sal. Cuando empiece a estar cocinada y blandita, añadimos el azafrán, damos un par de vueltas para que se tueste, y añadimos el vino.
Ponemos el pollo otra vez dentro, y lo cocinamos todo junto, tapado, unos 20 minutos dando vuelta al pollo a mitad de cocción.
Podemos triturar la salsa para que quede fina, a mí personalmente me gusta así, con toda la verdura entera, pero esto es cuestión de cada uno...
![]()
![]()
Fuente:Pollo en salsa de Tartis y Mas


Siempre he sido una persona muy deportista. A pesar de todo.
Hace algunos años, me compré una bici. No tenía parques ni carril bici cerca de casa, pero sí tenía un coche con un enorme maletero donde cargaba la bici y me la llevaba al pueblo o al parque.
Estas relaciones siempre son un poco así, primero te entusiasmas y el trinomio bici-maletero-parque parece una unión indisoluble, y un buen día el coche desaparece de tu vida y te quedas con la bici, sin el maletero y sin el parque.
Nada muy terrible. Pronto me hicieron un parque precioso y grandísimo a unos pocos minutos andando de casa. Y el Soñador apareció en mi vida, sin bici. Dos personas, una bici, un parque.
Recuperé aquellos patines que me regalaron una vez... sí, aquellos. El parque, la bici y los patines fueron una idea maravillosa... hasta que descubrí que los patines se llevaban mal con mis pies, me hacían un daño terrible, y los regalé.
El parque precioso, eso sí. Para pasear.
Como solución a medias, un día me hice con unos patines de segunda mano, de esos de bota con ruedas normales [no tresenraya] y tan contenta yo esperando que llegara el verano. Y llega el verano, pero yo me mudo de casa. Y ya no tengo parque a unos pocos minutos.
Eso sí, los patines, impolutos.
Y no solo eso. Me han regalado otros. Unos tresenraya modernos de esos, monísimos. Tengo patines para mí, y para alguna amiga que se quiera venir. Los dos patines son, claro está, de mi número, y el Soñador no cabe ni encogiendo mucho los dedos.
Así que salí al mundo a buscar parques. Y encontré. Uno. Y hoy me he ido a dar un paseo, animada por estos primeros rayos de sol. ¿Tendrá pavimento alisado para bicis y patines? ¿O será un carril bici en un lateral del parque? Que nerviosssss...
Pues bien. Es un parque. En el sentido estricto de la palabra. Sin pavimentar ni un centímetro cuadrado. Sin caminitos que lo crucen, más allá de los senderos naturales que ha ido haciendo la gente caminando. Un enooorme solar de tierra y eso sí, mucha hierba sin cortar y muy verde, y hasta árboles. La única inversión en el mantenimiento de ese parque es la lluvia que cae. Que bonito, es. Pero así de primeras, patinar, creo que no voy a patinar mucho.
Vamos, que me veo cogiendo el metro para ir al Retiro a hacer deporte un rato, así es mi vida!
Sólo espero que mi próximo nuevo gimnasio [el antiguo está muy lejos de aquí, y el más cercano es prohibitivo, pero por suerte están construyendo uno no muy lejos de casa] tenga un monitor como mínimo igual de atento que el de antes y de vez en cuando me recuerde que no he ido a pasar la tarde, sino a esforzarme un poco en algo... porque si no... la relación entre mi trasero y mi ropa va a sufrir algunas alteraciones...
Por suerte, mientras tanto, voy sacando de las cocinas de mis víctimas del #asaltablogs recetas ligeritas, para compensar que los patines sigan en su bolsa casi un año después...

INGREDIENTES
[2 PERSONAS]
Pollo, 2 contramuslos con hueso y piel [450 gr]
Cebolla, media [60 gr]
Pimiento rojo, uno pequeño [50 gr]
Ajo, 1 diente
Azafrán, unas hebras
Vino blanco, medio vaso [60 ml]
Sal, pimienta
Guarnición: Tiras de calabacín salteadas con aceite y sal

MODUS OPERANDI
Salpimentamos el pollo, y lo marcamos en la sartén.
Si los contramuslos [o la pieza de pollo que utilicemos] tienen piel, los ponemos en la sartén caliente directamente, con la piel hacia abajo, sin aceite. La grasa que suelta la piel es más que suficiente para nuestro guiso.
Si no la tienen, los pondremos con una cucharada de aceite.
En ambos casos, doramos el pollo ligeramente por fuera [no más de 5 minutos], sin que llegue a cocinarse por dentro, y lo reservamos en un plato.
Preparamos en este rato la verdura: Limpiamos y cortamos en juliana la cebolla, cortamos en tiras el pimiento y picamos el ajo.
En la grasita del pollo que queda en la sartén [o aceite, si lo hemos usado] pochamos a fuego medio toda la verdura, con una pizca de sal. Cuando empiece a estar cocinada y blandita, añadimos el azafrán, damos un par de vueltas para que se tueste, y añadimos el vino.
Ponemos el pollo otra vez dentro, y lo cocinamos todo junto, tapado, unos 20 minutos dando vuelta al pollo a mitad de cocción.
Podemos triturar la salsa para que quede fina, a mí personalmente me gusta así, con toda la verdura entera, pero esto es cuestión de cada uno...


Fuente:Pollo en salsa de Tartis y Mas